El Autoolvido y la Simplicidad
Personal Producen Bienaventuranza
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
La búsqueda de la sabiduría es una cosa, y la búsqueda de lo sagrado es una cosa distinta.
 
La sabiduría está implícita en la percepción de lo sagrado; y la percepción de lo sagrado está implícita en la sabiduría. Aun así, son dos cosas diferentes.
 
Es más fácil hablar de la sabiduría.
 
Si experimentamos directamente lo divino, podemos sentir que decir algo al respecto –  incluso si lo decimos a nosotros mismos y con el pensamiento –  sería un modo de perder la sintonía con la energía de lo sagrado, y de distorsionarla.
 
Así es como los secretos reales son guardados. Ellos pertenecen a sus propios niveles de consciencia y no pueden ser transportados o traducidos a dimensiones más groseras. Sería lo mismo que pretender freír nieve o mantener aire puro en un cuarto pequeño con las puertas y ventanas cerradas. Hay una diferencia entre ver directamente el nacer del sol y mirar una foto del sol tomada cuando estaba saliendo por el horizonte.
 
Además, la experiencia directa del mundo sagrado es una cosa, y la manera en que ella viene hacia el buscador es otra. En la escalera entre el cielo y la tierra, algunas energías suben, otras bajan.
 
Cuando la experiencia de lo sagrado viene hacia alguien, ella responde al buen karma de la búsqueda efectuada y usa la energía creada por el esfuerzo en dirección a lo más alto, pero la usa de manera inesperada y trascendente.
 
El sentimiento de lo sagrado sugiere a cada buscador algo que le resulta familiar. Se trata de un sentimiento íntimo. Tiene lugar en el nivel más interno y verdadero del “yo”. Uno percibe en seguida que no sería capaz de explicar esta experiencia a nadie. Al mismo tiempo, la experiencia sagrada trae consigo cambios y potencialidades que fluirán de modo natural desde el interior del alma de uno.
 
La convivencia con lo sagrado da un sentido de paz y de fuerza. Despierta en uno la humildad, la satisfacción de ser pequeño. La humildad es hermana de la sabiduría eterna y hace que tengamos un sentido ilimitado del tiempo.
 
La humildad en el camino espiritual es consecuencia del hecho de que nuestro contacto consciente con el infinito depende de una cierta renuncia. El yo inferior puede percibir sin intermediarios las dimensiones sagradas de la vida. Para ello, sin embargo, él debe trascender los acontecimientos de corto plazo y expandir su visión de la evolución del alma, reconociéndola como un proceso de millones de años.
 
El estudio del cielo desde un punto de vista teosófico posibilita esta expansión. La infinitud ocurre en el espacio, así como en el tiempo. La teosofía original prepara a sus estudiantes para comprender la Ley eterna y los capacita para dejar de lado las ilusiones.
 
La observación de la vida como un proceso de millones de años desarrolla el autoolvido y la simplicidad personal, sentimientos que frecuentemente se manifiestan como devoción. La ausencia de egocentrismo lleva a un nivel de percepción de la vida en el que hay una libertad ilimitada para plantar el bien. El miedo y la ansiedad tienden a desaparecer. Pero hay siempre ilusiones que evitar.
 
Lo Sagrado, el Sacrificio y la Bendición
 
Una vez que decidimos vivir en la presencia interior de lo que es sagrado, nuestra ingenuidad puede llevarnos a pensar que tenemos derecho a un poco de comodidad y estabilidad a nuestro alrededor.
 
En verdad, el propio hecho de que alguien intenta vivir en la presencia divina es más que suficiente para provocar una especie de “fiebre probatoria” que afecta no solamente al proceso de su karma individual, sino también a su karma familiar, al karma de su matrimonio, de sus relaciones personales y varios niveles del karma colectivo del que forma parte. Hasta el karma de un país es afectado cuando en él brilla una nueva luz espiritual, por pequeña que sea.
 
Por eso el camino de la sabiduría es descrito como incómodo. Cualquier camino muy cómodo, una vez que sea presentado como “espiritual”, es falso y se trata de una trampa.
 
El que busca la sabiduría puede ser capaz de dar algo de paz a los demás, pero no es necesariamente probable que tenga paz para sí mismo, excepto en el plano interno. Y eso es suficiente cuando el alma tiene la experiencia necesaria.
 
En toda situación, las expectativas personales llevan a la derrota, mientras que el cumplimiento impersonal del deber produce la bendición de la victoria interior.
 
Los que buscan la felicidad exclusivamente en cosas exteriores están equivocados, y los que la buscan solamente en el mundo interior también lo están. La bienaventuranza no puede ser encontrada exclusivamente “dentro” o “fuera” de uno mismo. La experiencia directa de lo sagrado resulta de un tipo de diálogo entre las dimensiones “internas” y “externas” de la vida, en el cual el sentido de separación entre las dos cosas es gradualmente eliminado.
 
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El artículo “La Experiencia Directa de lo Sagrado” es una traducción del portugués y la tarea ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. Texto original: “A Experiência Direta do Sagrado”. La publicación en español ocurrió el  21 de diciembre de 2022.
 
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Acciones Prácticas
 
* La teosofía debe aplicarse a la vida diaria. Vuelve a examinar el texto anterior. Busca frases especialmente significativas. Escribe en un cuaderno las ideas que pueden ayudarte en el momento actual. Habla sobre el tema con un amigo.
 
* El propósito de adquirir conocimiento es ponerlo en práctica.
 
* Acepta y ejerce el privilegio de pensar con calma. Imprime los textos que estudias de los sitios web asociados. Leer en papel nos ayuda a alcanzar una visión más profunda de los textos filosóficos. Cuando uno estudia un texto impreso, puede subrayar frases y escribir en los márgenes comentarios a mano vinculando las ideas directamente con su realidad personal.
 
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