En el Libro de la Vida de Cada Uno,
Las Acciones Dicen Más que las Palabras
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
Una postergación constante expande
el sufrimiento, mientras la acción noble
y oportuna es fuente de una paz duradera.
 
 
 
* La búsqueda de la Verdad no puede estar en un segundo plano, ni tampoco al servicio de objetivos políticos o institucionales.
 
* La bienaventuranza es el resultado de tener coraje para amar la verdad en todos sus aspectos, los cuales son con frecuencia sorprendentes. El real contentamiento no resulta de negar la verdad cada vez que ella parece desagradable.
 
* En tanto a la paz que un individuo desea encontrar, él mismo la debe construir dentro de su alma. Después de eso, él podrá armonizar lentamente los factores del mundo exterior según lo permitan su fuerza interna y las condiciones kármicas en que vive.
 
* En el silencio de nuestra alma encontramos el camino a seguir. La intensidad del ruido externo no tiene gran importancia: la voz de la conciencia es la luz en el sendero.
 
* Expandir continuamente nuestros horizontes es tan importante como desarrollar el autocontrol, o lograr el conocimiento de nosotros mismos. Los tres factores son inseparables.
 
* Una postergación constante expande el sufrimiento, mientras la acción noble y oportuna es fuente de una paz duradera.
 
* A medida que pasa el tiempo, emergen nuevas tareas. Si cumplimos nuestros deberes hoy, será más fácil cumplirlos mañana y pasado mañana. El resultado de ello es el bienestar interior.
 
* La realidad es simétrica y paradójica. No hay nada nuevo bajo el Sol: la Vida Una del cosmos es eterna. Sin embargo, también es cierto que la vida se renueva a sí misma a cada fracción de segundo.
 
* Mientras vamos escribiendo páginas nuevas en nuestro Libro individual de la Vida, las acciones dicen más que las palabras. Los actos y los pensamientos deben estar conectados directamente. Deben expresar nuestra verdadera intención, si queremos que el alma inmortal se vuelva un coautor activo del libro de la vida.
 
* Vale la pena interrumpir varias veces nuestras actividades durante el día para estar en silencio, durante algunos segundos, uniéndonos más directamente con nuestra propia alma espiritual y fortaleciendo la relación con el centro de paz en la conciencia.
 
* Al igual que una persona, un país tiene posibilidades infinitas a lo largo de su camino hacia la sabiduría. La buena voluntad y el discernimiento son decisivos para el que observa la realidad. Si yo estoy consciente de la potencialidad sagrada dentro de mí mismo, puedo ver los retoños divinos en la comunidad de la que formo parte.
 
* Al principio tienes que buscar la tranquilidad. Cuando la paz se vuelve una parte de tu vida interna, ella te sigue a donde vayas y está de tu lado cuando luchas en la batalla diaria de la acción correcta. También será necesario preservar un grado de quietud y simplicidad en el mundo material, si quieres expandir la alegría del alma.
 
* Hay un principio en la filosofía de la autorresponsabilidad que parece ser muy simple. No es nuevo. Ha sido enseñado y aprendido durante milenios, aunque no es fácil vivir de acuerdo con él.  Según ese principio, uno debe hacer – con calma – lo mejor que puede a cada momento, con equilibrio y buena voluntad hacia todos, obedeciendo a la voz de su propia conciencia.
 
* Es más fácil enfrentar y vencer las ilusiones materialistas que las ilusiones “espirituales”. De ahí la necesidad de que el discernimiento sea desarrollado junto con cada cualidad espiritual que uno quiera adquirir. La pereza y el miedo, por ejemplo, pueden disfrazarse de la más elevada sabiduría. La perseverancia en el aprendizaje desenmascarará a su debido tiempo toda falsedad, y nos enseñará el desapego.
 
* Ser severo con relación a los errores de aquellos hacia quienes tenemos buena voluntad es una acción fraternal. Ser indulgente con los errores de las personas importantes para nosotros es una política destructiva. La amistad y la fraternidad requieren vigilancia. Una intención noble no se ve en la superficie: ella depende de la calidad de nuestra meta, de la cantidad de sinceridad y de la capacidad de ser autorresponsables.
 
* Los cuatro aspectos principales de la totalidad de la existencia humana son: el dormir, el tener sueños, el estado de vigilia y la contemplación. Este último corresponde a la percepción de nuestros niveles más elevados de conciencia.
 
* Para la mayor parte de la gente, la polaridad principal de los estados de la vida es dada por el dormir y la vigilia. Y ¿cómo interactúan ambos? La disciplina de la acción correcta, practicada durante el día, hace que las personas duerman mejor por la noche. Y lo contrario también es cierto: durmiendo bien tenemos un día mejor y trabajamos con más eficiencia.
 
* Conocer bien la literatura teosófica y esotérica auténtica no significa necesariamente tener acceso a la sabiduría universal. El conocimiento divino no está limitado a las palabras que se refieren a él.  El discernimiento puede alcanzarse a través del estudio de las palabras, siempre que la enseñanza sea verdadera y correcta, y cuando nosotros desarrollemos la práctica correspondiente en nuestra existencia diaria. La literatura, por consiguiente, no nos puede ofrecer más que el mapa del conocimiento. La sabiduría debe encontrarse en la manera en que miramos cada aspecto de la realidad. Una percepción divina de la vida nos permite observar los hechos desde el punto de vista de la escalera entre el cielo y la tierra.
 
* Al principio, el buen karma se acumula de manera invisible, como si nuestros esfuerzos fuesen inútiles. Cuando el karma positivo está lo suficientemente maduro, la realidad externa empieza a cambiar para mejor y la acción correcta se ve debidamente recompensada.
 
* Uno no debe prestar demasiada atención a la antipatía con que son recibidas a corto plazo  algunas acciones generosas, aunque incómodas. Mientras tus esfuerzos se basen en la Ética, no importa si te atacan por romper las rutinas establecidas. No hay necesidad de atribuir importancia indebida a la ignorancia organizada. Tarde o temprano, obtendrán la victoria los que la merezcan; y ese triunfo silencioso – que la mayoría no ve – es mucho más grande que los sacrificios hechos a lo largo del camino.
 
* Cuando la rutina está organizada en base a la ignorancia espiritual – por mucho que la embellezcan los discursos espirituales -, los procesos de autorrenovación, de aprendizaje del alma y de crecimiento interior son dolorosos.
 
* Los ingenuos fingen con frecuencia saberlo todo sobre la Vida, mientras los Sabios se comportan como estudiantes humildes. Ellos tienen corazones simples, y aprenden de los diversos niveles de la realidad.
 
* Tan pronto como se libera del apego a la ignorancia, y especialmente del apego a la ignorancia disfrazada de conocimiento espiritual, uno descubre la bienaventuranza duradera del amor a la verdad. Por muy doloroso que eso les pueda parecer a los sepulcros blanqueados, no hay nada más elevado ni más durable que la verdad.
 
* La sabiduría nunca está congelada. Como el universo, permanece en desarrollo constante. El conocimiento divino expresa la ley inmutable. El Cosmos infinito es la Ley en movimiento. Siendo algo vivo, el Conocimiento real genera sorpresas y produce cambios.
 
* Observa el vacío, el silencio entre cada pensamiento y el pensamiento siguiente. Concéntrate en él. Mira el punto silencioso de equilibrio durante el intervalo que hay entre una emoción y otra. Este es el centro de paz interior – eterno, omnipresente e incondicional.
 
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El artículo “Ideas a lo Largo del Camino – 15” es una traducción de “Thoughts Along the Road – 15”.
 
La traducción al español es de Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. La  publicación ocurrió el 26 de septiembre de 2018.
 
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