Las Fuerzas de la Vida Inician
Otro Año en el Cielo de la Tierra
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
Marte rige al signo ígneo e innovador de Aries
 
 
 
El año nuevo zodiacal comienza en torno al 21 de marzo, y la vida se renueva. La primavera empieza en el hemisferio norte, donde vive la mayor parte de la humanidad, y el estado de espíritu contemplativo de Piscis es dejado un poco de lado.
 
En las semanas anteriores, Neptuno ayudó a Piscis a completar el viaje anual del Sol alrededor del cielo mientras enseñaba la unidad cósmica de la Vida. [1] Ahora el Sol ariano comienza un nuevo ciclo. El alma de todos los seres quiere afirmar una vez más su presencia en el mundo externo. El Sol ariano transmite lecciones de coraje, optimismo y franqueza. También espera que evitemos la impaciencia y la rabia. El buen guerrero cumple su deber con coraje y sabiendo que el odio y la mala voluntad no forman parte de su tarea evolutiva, excepto como obstáculos.
 
Cuando es leal a los niveles superiores de consciencia, Aries no es esclavo del egoísmo, sino que trabaja humildemente para la evolución a largo plazo del alma. Ofrece como regalos la innovación, la creatividad, un espíritu pionero y un amor incondicional por la vida. En la primavera del espíritu, la renovación interna es fruto de una valentía noble.
 
El ígneo signo de Aries es sincero y verdadero. Vive el futuro en el momento presente. En realidad, no ve mucha diferencia entre el “futuro” y el “presente”. Sin embargo, una lección y un misterio deben ser recordados en los más diferentes momentos del año: el hecho de que cada signo contiene en sí a todos los demás y sirve humildemente a la evolución conjunta de la vida, bajo circunstancias que cambian constantemente.
 
Cuando Todas las Cosas Nacen de Nuevo
 
En Aries la vida abandona el invierno. Todas las plantas crecen y se multiplican en el hemisferio norte, y los animales retoman una vida intensa.
 
La energía ariana lleva a las personas a sentirse bien en su mundo personal y estimula la autoafirmación psicológica. En el hemisferio sur, es el otoño el que comienza otra vez, y la tarea de acumular fuerzas para la batalla del invierno ocupa ahora un lugar central en la agenda.
 
En Aries la vida afirma: “Yo estoy aquí” y “Yo comienzo cosas nuevas”. Y el signo opuesto, Libra, trae equilibrio y pone la situación en una perspectiva más amplia, diciendo:
 
Nosotros estamos aquí, y debemos cooperar y tener buena voluntad mutua, porque la reciprocidad es parte de la vida”.
 
Los dos signos tienen que aprender uno del otro. Libra, solo, enfrenta una gran dificultad para tomar decisiones firmes. Aries, cuando carece de una visión amplia, obedece sin pensar al primer impulso.
 
“En términos físicos”, dice el libro Illustrated A-Z of Understanding Star Signs, “Aries rige la cabeza y todos los órganos de la misma, incluido el cerebro. Las aptitudes mentales del signo, sin embargo, son más intuitivas e instintivas que intelectuales, y se manifiestan como un torrente de actividades que buscan concretizar el pensamiento. La energía creativa bruta asociada a este signo es un ímpetu poderoso que lo lleva a la acción”. [2]
 
La Fuerza de la Vida
 
Cada signo ofrece al alma humana oportunidades para desarrollar un conjunto específico de cualidades positivas. En el período comprendido entre el 21 de marzo y el 19 de abril, todas las cosas se renuevan, comenzando por nosotros mismos.
 
Aries expresa en cada alma la capacidad de iniciar, de combatir, de hacer un esfuerzo y derrotar a la rutina. Bajo la influencia de este signo, las personas con poca experiencia pueden saltar al frente con actos irresponsables. Los individuos bien informados, no obstante, serán capaces de evitar la mera ansiedad y aprovecharán el lado interno de la renovación, desarrollando acciones esenciales y afirmando la vida con creatividad, de maneras inegoístas.
 
Absteniéndose de acciones imprudentes, el peregrino abre las puertas para que la fuerza de la vida tenga un gran momento durante estas semanas. Y cuando el Sol entre en Tauro, alrededor del 20 de abril, una prioridad en la agenda será la meta de la durabilidad de nuestros esfuerzos.
 
Marte, el regente de Aries, es el cuarto planeta contando desde el Sol y tarda cerca de dos años terrestres para viajar alrededor del Sol. Además de un planeta, Marte es el nombre del dios romano de la guerra. Sin embargo, Aries lucha por la Vida en su aspecto más noble y no contra ella. Comenzando un nuevo ciclo, Aries hace la guerra contra la ignorancia paralizadora y nos trae la claridad espiritual.
 
Longfellow escribió en un poema que Marte no es la tierna estrella del amor y de los sueños, sino que brilla con la fuerza del héroe. La estrella roja que vemos suspendida en el cielo nocturno es su escudo. Al contemplarla, podemos reírnos de nuestro sufrimiento y sentirnos fuertes otra vez. [3]
 
Visto como un todo, el viaje del Sol por el zodíaco enseña la sabiduría práctica de la fraternidad universal.
 
Para que los humanos avancen de modo correcto hacia esta meta, la energía pionera de Marte y Aries debe ser vivida con la pureza de corazón enseñada por Neptuno y Júpiter mientras el Sol estaba en Piscis.
 
NOTAS:
 
[1] Véase el artículo La Lección del Sol en Piscis”.
 
[2] “Illustrated A-Z of Understanding Star Signs”, general editor Kim Farnell, Flame Tree Publishing, 2002, 224 pp., p. 24.
 
[3] Ideas presentes en el poema de Longfellow The Light of Stars”.
 
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El artículo “La Lección del Sol en Aries” es una traducción del portugués y la tarea ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. Texto original: “A Lição do Sol em Áries”. La publicación en español ocurrió el 30 de marzo de 2022.
 
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