Ya Es la Hora de Renunciar a la Adoración
de Retratos Falsos y de Maestros Imaginarios
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
En el segundo semestre de 2013, mientras se
acercaba conscientemente a la muerte física, la
señora Radha Burnier decidió que no iba a nominar
a ningún sucesor como Jefe Externo de la Escuela
Esotérica, y no lo hizo. (…) El hecho constituye otra
evidencia de que la señora Burnier era una teósofa honesta.
(...) Fue una manera silenciosa y parcial, pero efectiva, de
admitir que Escuela Esotérica de Annie Besant es un fraude”.
 
 
 
Algunos miembros de la Sociedad Teosófica (Adyar) piensan que las ilusiones creadas en el período 1900-1934 son sanas y buenas para el movimiento teosófico, y por lo tanto deben ser preservadas de cualquier posible crítica. [1]
 
Otros miembros, sin embargo, pueden ver las implicaciones del hecho de que la totalidad de la base “esotérica” de la Sociedad de Adyar, más bien frágil desde 2007-2008, se apoya en la clarividencia imaginaria desarrollada por el “Obispo” Charles Leadbeater y la señora Annie Besant. La importancia decisiva de este hecho para el movimiento teosófico en su conjunto se puede percibir cuando uno recuerda que la ST de Adyar tiene dentro de sí un 85 o 90 por ciento del movimiento teosófico en todo el mundo. Esto significa nueve de cada diez personas.
 
Las estructuras ritualistas ahora tambaleantes incluyen el Rito Egipcio, la Co-Masonería, la Iglesia Católica Liberal y la forma Besantiana de la Escuela Esotérica.
 
Fantasiosas Ceremonias “Egipcias”
 
 
 
El Rito Egipcio (R.E.) tiene como objetivo ser un organismo totalmente oculto, esto es, un cuerpo cuya existencia es desconocida para todos, excepto para sus propios miembros.
 
Esto hace un fuerte contraste con la existencia de la Escuela Esotérica de Teosofía (E.E.T), que fue desde el principio anunciada públicamente por H.P. Blavatsky y discutida en su obra “La Clave de la Teosofía”.
 
El R.E. de Adyar toma su nombre del Rito Egipcio creado por Alessandro Cagliostro en Lyon, Francia, en el siglo XVIII. Sin embargo, sus contenidos no tienen nada que ver con la Masonería de Cagliostro, que enseñaba la ética y la verdadera sabiduría. Con sus procedimientos dedicados al “Rey del Mundo”, un personaje inventado por la señora Besant y sus colaboradores, el R.E. está secretamente situado por encima del tercer y más alto grado de los miembros juramentados de la Escuela Esotérica de Adyar.
 
El R.E. existe en un número limitado de secciones nacionales, incluidos los EE.UU., Australia, India, Reino Unido, Países Bajos, y Brasil. Un lema del R.E. y sus rituales secretos es “Omnia vincit amor”, o “El amor lo vence todo”. La frase pertenece a Virgilio (Égloga X, 69). Desafortunadamente, los líderes del R.E. parecen no darse cuenta de que no puede haber Amor verdadero sin Verdad. Un sentimentalismo “amoroso”, carente de sentido común y sin discernimiento o veracidad, solo puede conducir a la confusión y a la tristeza. El R.E. ha sido un instrumento político ciego, consciente o inconscientemente utilizado para perpetuar un control político desde arriba hacia abajo, “absoluto” y papal de todo el movimiento de Adyar.
 
Retratos Falsos y Maestros Imaginarios
 
Más abajo en la “escala jerárquica oculta” de Adyar, encontramos su empobrecida Escuela Esotérica (E.E.). Aquí los textos escritos por H. P. Blavatsky para su escuela esotérica no se estudian. Los textos pseudoteosóficos se consideran mucho más importantes, siendo adoptados en las listas de estudio que deben ser seguidas por los distintos grupos.
 
La escuela se divide en dos grupos principales: los candidatos y miembros juramentados.  Cada uno de ellos tiene tres grados. Hay, pues, seis grados en la escuela, y el R.E. es el séptimo grado “desconocido e invisible”; el grado “oculto” que “lo sabe todo”.
 
En las reuniones semanales de la escuela, miles de estudiantes sinceros de todo el mundo se reúnen para estudiar solemnemente algunos párrafos ante los retratos de siete Maestros. En grupos más pequeños, por lo general, hay solo dos retratos.
 
Cinco de los siete retratos son falsos. Al principio y al final de cada reunión, los estudiantes de la E.E. hacen reverencia a los falsos retratos de estos personajes: (1) el “Manu”; (2) el “Maha-Chohan”; (3) el “Maestro St-Germain”; (4) el “CristoMaitreya”; y (5) el llamado “Maestro Jesús”.
 
En las primeras décadas del siglo XX, la señora Annie Besant y sus colaboradores solían tener conversaciones imaginarias con personajes de ficción a los que atribuían estos nombres. Grandes sabios usaron en algún momento los nombres que hoy son objeto de abuso por parte de la pseudoteosofía. 
 
C. Jinarajadasa, que sucedió a Annie Besant y C.W. Leadbeater como Jefe Externo de la escuela, comenzó a abandonar las tonterías pseudoclarividentes durante la década de 1930. Tomó más medidas que las que normalmente se conoce hacia la recuperación del sentido común.
 
A partir de 1953, el Sr. N. Sri Ram se hizo cargo de la dirección de la Escuela Esotérica tras la muerte del señor Jinarajadasa y abandonó completamente la vieja práctica de “canalización” imaginaria. N. Sri Ram no tenía el coraje político, sin embargo – o no encontró las condiciones políticas necesarias -, para sacar los retratos falsos de las salas de reuniones de la E.E. Por eso los vestigios de la “era clarividente” resistieron hasta el final de su vida en 1973. Después de Sri Ram vino el señor I.K. Taimni, que intentó revitalizar la escuela con sus propios textos sobre el hinduismo. El Dr. Taimni no valoró las enseñanzas originales de teosofía y mantuvo los falsos retratos en las paredes de las salas de reuniones.
 
La señora Radha Burnier (1923-2013) se convirtió en la Jefa Externa de la Escuela en 1978. Aunque ella fue una estudiante y seguidora de Jiddu Krishnamurti, los retratos falsos siguieron utilizándose bajo su liderazgo. Hasta su muerte el 31 de octubre de 2013, las falsificaciones continuaron apareciendo al lado de los retratos de los dos Mahatmas verdaderos que realmente crearon y fundaron el movimiento teosófico. Uno de estos dos retratos ha sido objeto de una adulteración parcial realizada bajo las órdenes del falso vidente que se presentaba como sacerdote cristiano. Por algún motivo, el retrato del Maestro de H.P.B., sin embargo, parece haber sido preservado.
 
La honestidad, la ética y la buena voluntad de todos los líderes de la escuela de Adyar desde el año 1934 no se puede cuestionar de modo demasiado riguroso. No hay elementos para justificar críticas radicales con relación a ellos: la Compasión es inseparable de la Justicia.
 
De un modo u otro, estos líderes han promovido una transición y preparado el movimiento para la próxima fase histórica. Bajo su influencia, la Sociedad de Adyar publicó obras de Teosofía clásica como los “Escritos Reunidos” (“Collected Writings”) de H.P. Blavatsky; las “Cartas de los Mahatmas”; la edición correcta de “La Doctrina Secreta” (“The Secret Doctrine”), preparada por Boris de Zirkoff; el volumen “Damodar and the Pioneers of the Theosophical Movement” (“Damodar y los Pioneros del Movimiento Teosófico”) de Sven Eek; y varios otros volúmenes de literatura auténtica. El abandono, en el final de los años 1970, de la edición de “La Doctrina Secreta” que había sido adulterada por Annie Besant en los años 1890 fue uno de sus mayores logros.
 
La limitación de estos líderes con respecto a la Escuela Esotérica se expresa, en parte, en la interpretación convencional de la frase de Virgilio “Omnia vincit Amor”. El amor de ellos por Adyar como una corporación y su lealtad a sus propios predecesores fue más fuerte que su amor por la verdad impersonal. La gratitud a las personas hizo imposible que ellos fueran fieles a la verdad. Ellos hicieron lo que pensaron que debían hacer y esto es bueno. Todos ellos fueron principalmente las víctimas de una astuta trampa sucesoria creada en el período 1900-1934. Fueron víctimas del magnetismo de una ideación mayávica que ellos no crearon. Su período es una fase intermedia en la Historia, y fue cerrado en el 2013.
 
La señora Radha Burnier – como pudieron ver los que la conocieron – era una mujer admirable de un gran idealismo e integridad personal. Ella dio unos pocos pasos en la dirección correcta, y es deber de todos mirar hacia el futuro. Conforme pasa el tiempo, más miembros de la E.E. pueden querer examinar si la mezcla en las salas de cinco retratos falsificados de Maestros imaginarios con los retratos de dos Mahatmas reales (uno de estos retratos también adulterado) constituye una grave falta de respeto a los verdaderos maestros.
 
La mezcla de verdades y mentiras no es una acción legítima en la Teosofía, y el padre de la señora Burnier, N. Sri Ram, reconoció en 1971:
 
Supongamos que hay un elixir maravilloso en una botella, pero mezclada con él hay alguna materia extraña que no tiene las mismas propiedades que el propio elixir. En ese caso no sería absolutamente puro; su potencia se vería afectada por la adulteración”. [2]
 
Aunque N. Sri Ram fue incapaz de resolver el problema, tuvo una comprensión clara de lo que la palabra “adulteración” significa. Por otro lado, ni siquiera los retratos auténticos de Maestros pueden reemplazar el amor a la verdad, condición indispensable para el discipulado laico. H.P. Blavatsky dijo en abril de 1890 que el espíritu de los Maestros ya estaba lejos del santuario “esotérico” de Adyar. En una carta abierta a los teósofos de la India, la fundadora del movimiento escribió:
 
“… Tampoco puedo, si quiero ser fiel a mi promesa de vida y a los votos, vivir ahora en la Sede de Adyar, desde la cual los Maestros y Su espíritu están casi totalmente desterrados. La presencia de Sus retratos no ayudará; son letra muerta”. [3]
 
Las cosas no han mejorado desde entonces.
 
Puede ser necesario un tiempo más largo o más corto para que la Sociedad de Adyar finalmente se deshaga de las ilusiones fabricadas en el periodo 1900-1934 y recupere el sentido común. Está claro ahora que el despertar gradual que se inició en la década de 1930 ya está ganando velocidad.
 
La propia H.P.B. indicó a sus futuros estudiantes la clave principal para la liberación de la Sociedad de Adyar de la presente nube de delirios pseudoesotéricos.
 
Ella anunció:
 
“Nunca hubo una sociedad oculta, aunque abierta y sincera, que no haya sentido la mano del Jesuita tratando de tirarla hacia abajo por todos los medios secretos. (…) Pero todos los esfuerzos de la astucia más grande están condenados a desaparecer en el día en que son revelados”. [4]
 
La primera mitad del siglo XXI es, probablemente, un momento adecuado para abandonar la práctica de la adoración de retratos falsos y Maestros imaginarios.
 
Radha Burnier Cierra la Sucesión en la E.S.
 
En el segundo semestre de 2013, mientras ya se acercaba conscientemente a la muerte física, la señora Radha Burnier decidió que no iba a nominar a ningún sucesor como Jefe Externo de la Escuela Esotérica, y no lo hizo.
 
Dado que la E.E. fabricada por Annie Besant después de la muerte de H.P. Blavatsky tuvo por base las nominaciones de cada Jefe Externo por su antecesor, la señora Burnier tomó con esta decisión un paso importante hacia la liberación del movimiento teosófico de ese fraude oculto.
 
El hecho constituye otra evidencia de que la señora Burnier fue una teósofa honesta. A pesar de que no pudo encontrar la fuerza o las condiciones políticas necesarias para cerrar oficialmente la falsa E.E. mientras vivió, ella negó así, claramente, su legitimidad desde el momento de su muerte. Fue una forma silenciosa y parcial, pero efectiva, de admitir que la Escuela de Annie Besant es un fraude, y que el camino a seguir por Adyar es cerrarla.
 
Informaciones confirmadas por “The Aquarian Theosophist” revelan que, además, la señora Radha Burnier no nombró ningún sucesor para el Rito Egipcio.
 
Por ello, el “R.E.” está también en un limbo, así como la escuela esotérica, y pierde gran parte de su capacidad de engañar con mentiras piadosas a los teósofos honestos que buscan la verdad. 
 
NOTAS:
 
[1] El 9 de junio de 2013, este artículo fue publicado en inglés bajo el título actual (The Fraud in Adyar Esoteric School”). El mismo día, el Sr. Vic Hao Chin, Jr., un líder influyente de la Sociedad de Adyar en las Filipinas, hizo algunos comentarios. Dijo que no es justo considerar “fraude” los delirios esotéricos de la Sociedad de Adyar. La razón para ello sería que la palabra “fraude” implica falsedad intencional. El Sr. Hao Chin cree que esas falsedades fueron creadas con motivos nobles, por líderes autoengañados. Vic Hao Chin se olvida de un hecho básico. Independientemente de las intenciones iniciales con que fueron creadas tales ilusiones, y aunque hayan sido honestas (lo que está sujeto a debate), una cosa es cierta. Una vez que los delirios se muestran y se conocen como tales, es un fraude ocultarlos y protegerlos y de este modo engañar al público. Aunque tal acción se realice con motivos muy piadosos, como la protección de ilusiones devocionales y la defensa de mentiras “sagradas”, el hecho constituye una falta de respeto consciente hacia el público y la verdad. Es una hipocresía defender ritualismos basados en lo que uno sabe que es falsa clarividencia. El largo proceso de fraude piadoso debe cesar tan pronto como sea posible en el movimiento teosófico. No hay necesidad de esperar hasta el año 2075 para que eso ocurra.
 
[2] N. Sri Ram, en el artículo “Receptivity to Truth”, publicado en “The Theosophist”, marzo de 1971, pp. 351-359; ver p. 355.
 
[3] H. P. Blavatsky, en su carta abierta “Why I Do Not Return to India”, que está disponible en nuestros sitios web asociados. Esta extraordinaria carta dirigida a todos los Teósofos de la India se puede ver también en los “Theosophical Articles”, de H. P. Blavatsky, Theosophy Co., Los Angeles, volumen I, pp. 106-114 (ver especialmente la p. 112). Está en los “Collected Writings” de H. P. B., TPH, Adyar, volumen XII, pp. 156-167 (especialmente la p. 164).
 
[4] “Collected Writings”, H. P. Blavatsky, TPH, volumen XIV, p. 267. Sus palabras se citan también en la p. 73 de “The Right Angle”, una recopilación de 84 pp. de escritos de H.P.B. sobre la Masonería, hecha por Geoffrey Farthing y publicada por la TPH de Adyar en Londres, en 2003.
 
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Una versión inicial de “El Fraude en la Escuela Esotérica” fue publicada en junio de 2012 porThe Aquarian Theosophist” bajo el título de “An Awakening in the Adyar Society”. Más tarde el texto fue publicado como artículo independiente bajo el título de “The Fraud in Adyar Esoteric School”. Sus párrafos finales se añadieron en enero de 2014. La traducción al español es de Juan Pedro Bercial. El texto fue revisado en julio de 2024 por Alex Rambla Beltrán.
 
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