El Texto Más Largo en el Libro “Ocultismo
Práctico” No Fue Escrito por H. P. Blavatsky
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
Visión parcial de una estatua de H.P. Blavatsky hecha por Alexey Leonov
(izquierda), y la portada de la edición de Adyar en inglés de “Ocultismo Práctico”
 
 
 
Publicado por primera vez en inglés en 1948 por la Editorial Teosófica de la Sociedad de Adyar, el pequeño volumen “Ocultismo Práctico” presenta el nombre de Helena P. Blavatsky como su autora, pero el más largo de sus tres artículos no fue escrito por ella.
 
El nombre de su verdadero autor es aún desconocido.
 
Circulando ampliamente alrededor del mundo por varias décadas en diferentes idiomas y países, el libro de bolsillo “Ocultismo Práctico” [1] tiene 106 páginas y una gran falsedad.
 
El artículo erróneamente atribuido a HPB se titula “Sugerencias prácticas para la vida diaria” y va desde la página 35 hasta el final del volumen. Ocupa alrededor de un 40 por ciento del libro.
 
Los dos primeros textos en el volumen fueron escritos por HPB. Sus títulos son “Ocultismo Práctico” (publicado en español por la Editorial Kier de Argentina bajo el título de “Importante Para los Estudiantes”)  y “El Ocultismo en Oposición a las Artes Ocultas”.
 
En cuanto al tercer texto y el más largo, además de no haber sido escrito por HPB, contiene una serie de ideas erróneas que conducen a los estudiantes a confusión.
 
Algunas de estas concepciones falsas merecen un examen. Justamente en el inicio del primer párrafo, el autor desconocido de “Sugerencias Prácticas Para la Vida Diaria” dice:
 
“Levántate temprano tan luego como te despiertes, y no te quedes perezosamente en la cama, medio despierto y medio soñando. Después ora fervorosamente por la regeneración espiritual del género humano, a fin de que cuantos luchan en el sendero de la verdad reciban positivo y  vehemente aliento de tus oraciones, y para que tú te fortalezcas sin ceder al halago de los sentidos. Represéntate en la mente la imagen de tu Maestro arrobado en samadhi. Ponla delante de ti con todos sus pormenores; piensa reverentemente en él, y ruega por el perdón de todos los errores de acción  y omisión.  Con esto te será más fácil concentrarte, purificar el corazón y hacer mucho más.” [2]
 
En teosofía, en realidad,  a los estudiantes no se les enseña a orar. H. P. Blavatsky trató sobre el tema en su libro “La Clave de la Teosofía”. En el diálogo entre el “Inquiridor” y el “Teósofo”, se pregunta:
 
“¿Cree usted en la oración, y alguna vez ora?”
 
Y el “Teósofo” contesta:
 
“No. Nosotros actuamos, en vez de hablar.”
 
El Inquiridor insiste:
 
“¿Ustedes no ofrecen oraciones, aunque sea al Principio Absoluto?”
 
A lo que se le contesta claramente:
 
“¿Por qué deberíamos hacerlo? Siendo personas muy ocupadas, no podemos darnos el lujo de perder el tiempo en oraciones verbales a una  pura abstracción.”
 
En los párrafos que siguen a este, HPB explica que en la Teosofía existe solamente una oración que es un ejercicio de la voluntad,  la cual es “más bien un comando interno que una petición[3]
 
La discusión continúa durante varias páginas, y HPB explica que una de las razones para rechazar la práctica de oraciones como peticiones a un poder externo es que destruyen la confianza propia en la conciencia del estudiante.
 
Al hacer oraciones, el devoto toma una actitud pasiva ante la vida y trata de convencer a si mismo de que puede conseguir una especie de “irresponsabilidad kármica”.
 
La negación de la Ley del Karma a través de una devoción ingenua a algún “salvador” es una de las formas principales de la ilusión en la espiritualidad popular. La verdad es que cada estudiante debe desarrollar su propia Voluntad activa y creativa, y hacer un esfuerzo para sembrar lo que le gustaría cosechar.
 
Orar y pedir favores de un dios o de un gurú es por lo tanto solamente una falta de discernimiento. En el discipulado, no es aceptable pedir ayuda personal de un Maestro, o rezar para que algún Instructor remueva las consecuencias de los errores cometidos por nosotros. Uno tiene que aprender de los resultados de sus propias acciones, en vez de desear que ellos sean borrados por algún poder sobrenatural. El texto “Sugerencias Prácticas para la Vida Diaria” atribuye a un supuesto Maestro el papel desempeñado por los sacerdotes convencionales, cuando  ellos oyen las “confesiones” de los devotos y los “absuelven”, haciéndoles creer que es posible que una iglesia o secta pueda evitar la acción de la Ley del Karma.
 
El aspirante al discipulado debe asumir la responsabilidad de sus propias acciones. Tiene que tratar de eliminar las consecuencias de sus errores, y, sobre todo, debe identificar, entender y eliminar sus Causas, de manera que las mismas acciones equivocadas no se repitan en el futuro. Él no debe “pedir ser perdonado” por un Maestro como una forma de evadir las consecuencias de las cosas que él mismo ha hecho. Debe tratar de actuar lo más correctamente que pueda, de manera que su propia consciencia le dé su aprobación. La tarea de un Maestro no es distribuir absoluciones. Es más bien darle al estudiante los elementos de información necesarios para que pueda trabajar con autonomía y altruismo hacia su auto-liberación a través del auto-conocimiento, lo que lleva a transcender el punto de vista del yo inferior.
 
Uno debe conocerse a sí mismo para transcender el yo personal.
 
Es útil advertir a los lectores teósofos acerca de este artículo falsamente atribuido a H. P. Blavatsky, a fin de evitar que estudiantes presentes y futuros de filosofía esotérica sean desorientados.
 
Una vez que el espíritu crítico de uno es debidamente despertado, es suficiente examinar  “Sugerencias Prácticas Para la Vida Diaria” para ver que no es sino una recopilación de párrafos tomados de varios libros y artículos, y que el artículo no puede haber sido escrito por HPB.
 
El texto fue analizado por varios teósofos. En el segundo semestre de 2005, las anotaciones no publicadas realizadas por los investigadores canadienses Ernest Pelletier y Ted G. Davy, y los comentarios individuales escritos por el teósofo norteamericano Dallas TenBroeck fueron enviados al autor del presente artículo. [4]
 
Pelletier y Davy destacan al hecho de que estas transcripciones ni siquiera están bien hechas. Las supuestas citas incluyen ideas que no están presentes en los textos originales, y algunos de ellos están distorsionados, por lo que no tienen valor siquiera como transcripciones.
 
El teósofo Dallas TenBroeck examinó muchos de los párrafos en el texto, mostrando que su contenido es erróneo desde un punto de vista teosófico.
 
NOTAS:
 
[1] “Ocultismo Práctico”, H.P. Blavatsky, Undécima Edición, Editorial Kier, Buenos Aires, Argentina, 57 pp., ver pp. 35 a 56. En inglés,“Practical Occultism”, H. P. Blavatsky, The Theosophical Publishing House, Adyar, Madras (Chennai), India; Wheaton, Illinois, USA; Londres, Inglaterra. Copyright TPH 1948. Primera edición, 1948. Segunda a Sexta impresión, 1959 -1981. Séptima impresión 1987. Octava impresión 1989. Impreso en la prensa Vasanta, Adyar, India, 106 pp.
 
[2] “Ocultismo Práctico”, Ed. Kier, pp. 35-36.
 
[3] Capítulo cinco de “La Clave de la Teosofia”, de H. P .B., subtítulo “¿Es Necesario Orar?”.  En inglés, “The Key to Theosophy”, Theosophy Co., Los Angeles, 1987, 310 pp., vea pp. 66-67.
 
[4] En octubre de 2005, Jerome Wheeler,  teósofo de Los Angeles, EUA, ayudó a obtener evidencias sobre el tema. Ernest Pelletier hizo algunas consideraciones interesantes en cuanto al nombre del verdadero autor de “Sugerencias Prácticas Para la Vida Diaria”. Sin embargo, no sería correcto ni necesario incluirlas aquí.
 
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La traducción del texto “El Artículo Que HPB No Escribió”  fue hecha desde el inglés por la teósofa Aida Luz Rivera, de México. Título del original: “The Article That HPB Didn’t Write”. El texto en inglés puede ser leído en nuestros sitios web asociados.
 
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En septiembre de 2016, luego de un cuidadoso análisis de la situación del movimiento esotérico internacional, un grupo de estudiantes decidió crear la Logia Independiente de Teósofos, que tiene como una de sus prioridades la construcción de un futuro mejor en las diversas dimensiones de la vida.
 
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